martes, 16 de mayo de 2017

¿Sueños alcanzados?

Cuando leo lo mal que está todo, reconozco las deficiencias, pero también me doy cuenta de las metas alcanzadas. Del feminismo y lo que falta por conseguir. Y de los sueños que no se pudieron cumplir en el siglo XX, pero sí se pueden ver cumplidos en las hijas del siglo XXI.
Lo que entonces eran caminos de espinas, piedras y mil impedimentos para que una niña de un pueblo pequeñito, con la única arma de su creatividad, despreciando el escudo de la hipocresía y vistiendo únicamente la túnica transparente de la sinceridad, con los pies descalzos, creyendo que si los espartanos pudieron sobrevivir, ella también. Sobrevivir y cumplir sus sueños.

El Madrid tan sobrevalorado de la movida, de la bacanal posfranquista, o saturnal, si queremos aligerar algo, tenía una cara menos festiva y más cruel para quienes tuvieron que luchar por subsistir en un entorno hostil, con el feminismo en pañales y aunque la fuerza y la voluntad de trabajar duro no faltaba, se reducía a polvo cuando el derecho de pernada de los poderosos, -leáse jefes- se ponía en evidencia, frente a la necesidad de trabajar de las voluntariosas mujeres del siglo XX.
Así que lo que no se pudo conseguir o lo que no se pudo evitar entonces, me da ahora la alegría de alcanzar los sueños, a través de las mujeres de hoy, de las hijas de hoy, que han conseguido lo que su madre no pudo. Que sigue siendo imprescindible el esfuerzo, el sacrificio y el trabajo duro, pero que esta sociedad tan inhumana a veces, ha hecho de los caminos pedregosos, autovías y los padres autoritarios se han trocado en comprensivos dando buen equipamiento para que los hijos salgan a perseguir sueños, infinitamente mejor pertrechados que ellos.