miércoles, 15 de julio de 2015

Buenas y malas noticias

Dicen que las buenas primero, pues sí. Ayer oímos unos maullidos de bebé llamando a una madre que no llegaba, Sí llegaban otros gatos que le atacaban, corría sin rumbo, de un lugar a otro, luego lo entendimos mejor. Sus ojos estaban totalmente pegados con las secreciones de su enfermedad respiratoria, creo que no veía nada. Su nariz también totalmente tapada, le hacía respirar con dificultad, estaba extremadamente flaca, es una hembra, chiquitina, de un mes quizá que esperamos recupere pronto la salud.

Ahora viene la mala: Pou ha desaparecido.
Cada noche acostumbraba a dar un paseo por los alrededores y todas las mañanas nos saludaba cariñosamente, cada vez más cariñosamente, porque aunque aunque en nuestros primeros contactos, tanto Lara como yo recibimos sendos mordiscos de sus pequeños dientes, en menos de un año se había convertido en un gato agradecido. La semana anterior lo bañé por si tenía algún parásito y aunque no le gustó la experiencia, no intentó morder mi mano ni hacerme daño, sabe que lo queremos y confía en nosotros. Ahora no le vemos, pero deseamos que donde esté sea libre y feliz.