sábado, 28 de marzo de 2015

La sabiduría de una mujer

Hace 500 años que nació Teresa de Ávila. Nos dejó su autobiografía y otros escritos importantes que reflejan su gran pasión por las letras y sus anhelos religiosos. Fue lo que le tocó vivir. En Italia había comenzado el Renacimiento, pero la religión seguía dando respuestas a todos los retos de la vida diaria. En los monasterios, además de hortalizas y hierbas medicinales, se cultivaba el estudio de textos clásicos latinos y griegos, sin olvidar las vidas ejemplares de todos los santos y mártires de la Iglesia.
Así creció Teresa, leyendo vidas de santos y queriendo ser una de los innumerables mártires, esto me suena, yo, no sé si quería ser mártir, pero sí monja, a los 9 años.
Cuando terminó de leer las vidas ejemplares, comenzó con las novelas de caballería, también muy populares entonces. Y leyó todas las que pudo conseguir...yo, también. Novelas de chicas, de amor, decían, cuando se acabaron, del FBI, y las famosas del oeste, de Marcial Lafuente Estefanía...salvando las distancias, fueron las novelas de caballería del siglo XX.
Siguiendo con esta mujer extraordinaria, su padre consideró conveniente completar su educación en un convento, creo que de agustinas de Ávila. En mi caso, no lo recuerdo así, a mi padre tuvieron que convencerlo, entre el maestro D. Luis, un inteligente jovencito, que llegó dispuesto a elevar la cultura de todos nosotros, los pueblerinos y el párroco, D, Tomás, también joven y con ganas de ayudar. Sin olvidar el empujoncito que daba la beca de algunos miles de pesetas, cosa no vista hasta entonces por aquellos lares. Así que después de algunas vicisitudes, fui al colegio Teresiano de Calahorra.
Teresa fue al monasterio a aprender con las monjas y ya sabemos lo que sucedió después, dedicó su vida a su Fe, se hizo una de ellas, pero no quiso ser igual, sino mejor, todo lo mejor posible y por ello fundó conventos con nuevas reglas, como le dictaba su inmenso amor a la figura de Cristo.
Mientras estuve en las teresianas, no supe apreciar la vida simple, la dedicación al estudio y la meditación. Recuerdo que ansiaba libertad y diversión. Sin embargo años después, aprecio aquella etapa de mi vida, el mérito de aquellas mujeres dedicadas a lo que consideraban más importante, su sacrificio y su valía.Y recuerdo el afecto y admiración que desarrollé en aquel tiempo por Teresa de Ávila que sigue intacto. Una mujer sabia.
Mi Kenchusi, vino del colegio Santa Teresa, el día que se celebra su santo.

viernes, 6 de marzo de 2015

La niña bonita

Siguiendo con la historia de Godi: creció con su amiga e hija adoptiva Luna o Nuni. ¡Qué bien entiendo ahora  a los antiguos romanos! Que más de una vez cambiaban el nombre y han hecho un pequeño lío a la posteridad. Es lo que pasa, le pones Luna y termina siendo, Nuni o cosas más raras.
Pensábamos que como eran hembras y no salían, no tenían riesgo de embarazo. Estábamos muy equivocados. Entonaban sus cantares en la puerta y allí llegaban todos los chicos del barrio, gatitos y gatazos, para que ellas eligiesen. Para entonces ya teníamos a Leo, nuestro gatito de tres patas, que nunca se sintió ninusválido y era valiente como un león. Parecía demasiado joven y en esto también nos equivocamos, consiguió que Goldi tuviera una Leito, Alicia la llamamos. Hubo otros dos afortunados que recibieron los favores de Goldi y después de dos meses, la camada fue de seis gatitos rubios y hermosos como su mamá. Vió como un perro le mató uno de sus bebés y posiblemente haya sido su mayor sufrimiento hasta ahora. Luego la operamos para que no siguiese contribuyendo a la superpoblación y colocamos a sus hijos lo mejor que pudimos en hogares que los deseaban. Se quedó con Alicia y Yaki. Alicia estuvo algún tiempo con nosotros y luego desapareció. Yaki cumple 14 años en Mayo y está bastante delicada, mucho peor que su madre, parece.
Goldí apenas ha salido de su zona de confort, no necesita hacerlo, fuera están esos monstruos llamados coches, autobús, perros grandotes, etc. Aquí tiene un poco de espacio con árboles, flores y hierba, Sol y sombra, según se necesite. Sabe llamar cuando quiere salir o entrar y siempre encuentra a un portero-a que le abra, sin tener que entrar por las gateras, el camino es mucho más largo.
Creo que muchísimos gatos firmarían por una vida así, larga, tranquila, con libertad, para quedarse o no, con la comida suficiente, las mantitas en invierno y los saltamontes y mariposas que hacen el verano más divertido.Y el cariño, la seguridad de saber que  es importante y querida.

Los felices 15 años


Empezaba Marzo de 2000 cuando  llegó Goldie. Finalmente se ha quedado en Godi. La suya ha sido una tranquila vida sin grandes sobresaltos, cómoda y creo que feliz. Nosotros también estábamos felices con Cobu, que era un cariñoso gatito gris tabby que tenía entonces menos de un año, pero salía todas las noches  y volvía por la mañana. Como si todos los días fuesen sábado y él un adolescente ávido de experiencias emocionantes. Cuando llegaba, se acurrucaba junto a mí, ronroneaba un ratito y se dormía, yo me levantaba y él se quedaba toda la mañana descansando. Pero esta vida nocturna, no duró mucho, porque un día fue atropellado y murió.


Ya nos había ocurrido antes, los gatitos jóvenes son curiosos y eso a veces trae fatales consecuencias. A Cobu lo lloramos y enseguida quisimos ocuparnos de otro que necesitase hogar. Así llego Nuni y después Godi. No sabíamos exactamente su fecha de nacimiento, tenían menos de dos meses, quizá Nunita menos y cuando conoció a Godi, se empeñó en hacerla su madre y así se comportaba con ella,  jugando y mamando  de Godi, que tenía su misma edad.
Nunita no ha llegado a cumplir los quince años. Este verano enfermó y nos dejó.



Hoy no vamos a sufrir por las pérdidas, sino a celebrar los 15 hermosos años de Goldi, que se le ve sana, que juega continuamente y hace, como siempre, lo que le apetece hacer.