Las penas
Nunita tenía 14 años y había perdido esa esbeltez que la caracterizaba de jovencita, cuando se movía de una forma gracil y elegante, sin embargo cada mañana daba un salto felino para entrar por una ventana y nunca dejó de hacerlo a pesar de la enfermedad insuperable que sufrió. No he podido encontrar una foto reciente, creo que su espíritu coqueto desea que sigamos recordándola como la belleza que fue.
Kenchusi también era un gato bello, como casi todos. Creo que ya he contado la relación que nos unía y lo que se ha sentido que ya no está.Se ha notado, porque ya ni se oye su lastímero maullido del final, ni su feliz ronroneo de amor que siempre tuvo y porque aunque hay otros gatos que reclaman atención y cariño, Chusi ya no está.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio