Te enseñé a leer para que pudieras ser feliz
Para que tú solita descubrieses
el pensamiento de Epícteto,
la filosofía de Séneca,
las meditaciones de Marco Aurelio
y por qué no, el arte de la felicidad
de Tenzin Gyatso, el Dalai Lama.
Sabía que me podía equivocar,
que a pesar de tan buenos maestros
la naturaleza humana triunfa,
pero mis errores no deben ser los tuyos,
ni me debo sentir culpable por tus yerros.
Y aunque la Naturaleza
es tan hermosa y perfecta como dice Thoreau,
Epícteto fue un esclavo,
Séneca el preceptor de Nerón,
Marco Aurelio el padre de Cómodo
Y el Dalai Lama, un refugiado político-religioso.
Si a pesar de todo, leer a Thoreau
no te hace feliz, como a mí.
Te enseñé a leer para que tú sola
descubras el autor y el libro,
que tiene la clave de tu felicidad.