jueves, 25 de diciembre de 2008

Es lo que parece, sin engaño ni artificio.

Hoy he leído parte de un discurso de Abraham Lincoln, excelente y magnífico como todos los suyos y transcribo unas frases, pronunciadas el 2 de Septiembre de 1858, pero que tienen plena vigencia en la España del 2008. En aquel momento se referían a la esclavitud y a la hipocresía de algunos gobiernos que aunque estuvieran en contra de dicha lacra, no eran capaces de abolirla para no perder los votos de los esclavistas sureños. Era, aferrarse al poder a cualquier precio. ...Si una vez traicionáis la confianza de vuestros conciudadanos, nunca podréis recuperar su respeto y su estima. Es verdad que podéis engañar a todo el mundo durante algún tiempo; hasta podéis engañar a algunos todo el tiempo, pero no podéis engañar a todos, durante todo el tiempo. Lincoln.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Su vida no es muy solitaria, pero medita y se dedica al estudio

Hoy no son palabras textuales, escritas o traducidas, sino un recuerdo claro y veraz de una lectura más o menos infantil, muchas veces repetida en voz alta. Era la forma de perfeccionar la lectura que teníamos en el colegio, los niños de la tan denostada época franquista. Por lo menos algunos, releíamos continuamente las obras, vida y anécdotas de personajes y autores clásicos, que destacaron por su amor al trabajo, su honradez, sabiduría y espíritu de servicio a los demás. Valores que ahora parecen en decadencia, salvo honrosas excepciones. Alguien preguntó a Petrarca quién era su mejor amigo y él contestó: No sólo tengo un amigo, sino muchos, que son pacientes y esperan que yo los visite, para ofrecerme sus conocimientos más interesantes, me divierten, emocionan o alivian mi soledad si lo necesito. A cambio de todo eso, sólo piden un lugar en mi biblioteca, ellos son mis mejores amigos. FRANCESCO PETRARCA, nació en Italia (Arezzo) en 1304-1374 Padua. Es uno de los primeros impulsores del Renacimiento. Gran poeta lírico, famoso por sus sonetos y su idealizada Madonna Laura que le inspiró un amor sublime y platónico. En el tratado De vita solitaria, nos habla de la vida solitaria dedicada a la Naturaleza, el Estudio y la Meditación. Lo que nos gusta, vamos.