sábado, 29 de marzo de 2008

Adorables

Es divertido observar cómo considera un gatito el desván, la cocina o el cobertizo en que se ha criado, como si fuera su castillo, la fortaleza en la que puede refugiarse siempre en los momentos de peligro. Le gusta más dormir en un sitio elevado, como un anaquel o una silla, y durante meses no se aleja mucho de la puerta trasera en la que vio por primera vez la luz.
El gatito sale al jardín y explora las flores, las verduras, las mariposas, los saltamontes; pero al menor sobresalto vuelve corriendo hacia su fortaleza. Es atrevido y curioso. Me recuerda a un león. Diarios 14 de Mayo de 1861. Henry David THOREAU. Es una traducción un poquito libre, pero sí, HENRY observaba a su gata y sus gatitos. Los de Goldi nacieron en una buhardilla soleada y pronto siguieron a su madre por la escalera que llevaba al jardín, y allí hicieron lo mismo que aquellos gatitos de Estados Unidos en 1861.

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