martes, 31 de julio de 2007

Fabiola no era un felino, sino un can, fiel, noble, cariñosa que mereció el epitafio que Lord Byron escribió a su amado perro."Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad fuerte sin insolencia,valiente sin ferocidad,tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos".

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